EL 12 de septiembre se organizó un nuevo taller de OI, esta vuelta en Taco Pozo, Chaco, y dentro del marco de la misión de los alumnos del Colegio Inmaculada. Aquí el testimonio de uno de los papás misioneros que viajaron.
Cada vez que el Señor me lleva a compartir la oración ignaciana, pone un sello en mi corazón. Esta vez fue: "ser fuego que enciende otros fuegos".
No fueron distintas las dificultades que se nos presentaron y el Señor fue resolviendo.
Esta vez la mano del Señor nos depositó en Taco Pozo, provincia de Chaco. No era como en otras oportunidades ya que la oración ignaciana formaba parte de una misión que realizaban los alumnos del colegio. Un despliegue y derrame de amor y servicio para esas almas deseosas de ser reconfortadas por Dios.
La emoción de los docentes motivó en nosotros la entrega generosa para encender el fuego de la oración; y hoy viendo y recordándolos, me viene a la cabeza esa canción que dice: "Señor aquí tienes mi lámpara encendida". Ellos eran lámparas deseosas de iluminar.
Como siempre uno viene misionado por el amor y la generosidad de las personas que nos dan todo su ser, todo su poseer.
Gracias a Dios por tan hermosa experiencia.
Alejandro Villar- Misionero de la OI