domingo, 28 de agosto de 2022

 

La O.I para la Iglesia Universal : el testimonio de Nathalie después de su voluntariado en Argentina

 

En Francia, son casi dos años que trato de difundir la OI, convencida de la necesidad de un método como este, que se apoya en la Palabra de Dios y permite fortalecer una relación de amor directa con Jesús, como base de la fe (https://cequedieuditauxpetits.com). La novedad para mí fue volver a Argentina, el país donde nació la OI, poder vivirlo en castellano y más que todo en contextos a la vez muy diferentes y similares. Durante tres meses, tuve así la gracia de poder compartir la OI en diversos ámbitos de la región de San Miguel y en otras partes de la provincia de BBAA y también pude colaborar a su difusión a través de varios talleres de capacitación. También estuve en Mercedes con las hermanas pobres bonaerenses, compartiendo experiencias de OI en su colegio. Todas las experiencias fueron lindas, tanto con niños como con adolescentes y adultos, lo que confirma hasta que punto este método sirve para poner a la gente en contacto directo con Jesús, cual sea su edad… y cual sea su nacionalidad, su sexo y su condición social. Porque en realidad, frente a Jesús, a su Palabra, el corazón de una argentina, de un paraguayo o de una francesa, de un niño o de un adulto, de una pobre o de un rico es igual. Cuando se produce el encuentro con Jesús, la vida se transforma, la sonrisa, la paz, la luz iluminan la persona entera que se va consolada y feliz. Lo pude comprobar tantas veces… también me di cuenta hasta que punto la gente necesita estar en silencio, paz, encontrarse con Jesús y también hablar, intercambiar, ser escuchada, consolada. En lo personal, esta experiencia me confirmó mi « misión » de dedicarme, como otros, a la difusión de este método en… el mundo entero ! Sí, sí, el mundo entero, los seres humanos somos todos iguales con las mismas necesidades y no es por casualidad si el Señor hizo brotar, en estos tiempos tan particulares, este método en su Iglesia universal. Creo que la OI es como un pequeño arroyo que en silencio, humildemente, pero con firmeza, fluye y va poco a poco regando unas tierras (unos corazones) resecas y sedientas de Dios. ¡Así que ánimo y fuerza para participar en esta difusión, en el Espíritu de amor !