El 29 y 30 de agosto, tuvimos la inmensa alegría de poder compartir otro taller de oración ignaciana, esta vuelta en el Instituto Sor María Antonia de Paz y Figueroa, en la ciudad de Córdoba.
Es difícil, como siempre, poder resumir en palabras todo lo vivido: la marea de emociones y sentimientos, el cariño con el que nos recibieron, los cuidados y atenciones que nos dispensaron.
Los chicos, como siempre, ávidos de Dios, con su actitud y participación nos acercaron un poquito más a ÉL. Los grandes supieron acompañar, emocionarse, rezar como los chicos, compartir, poner todo su potencial y sus ganas al servicio de Dios para su mayor gloria.... En fin, otra ocasión para agradecer inmensamente a Dios y a todos los talleristas y alumnos por tanto bien recibido.
Testimonio de Agustín Serfaty, GIA que viajó a Córdoba como guía de la oración
Bueno primero que nada estoy tremendamente agradecido de poder haber hecho esta experiencia y agradecerle tanto al colegio como a las personas que lo hicieron posible.
De esta experiencia lo que principalmente me llevo es toda la tranquilidad que me daban dar las oraciones, lo que los chicos compartían, los comentarios de los papás y principalmente sentir a Dios tan cerca en esta forma de rezar.
Acompañado de la buena disposición de todos en el taller, estaban los buenísimos cuidados que se nos daban en la casa de retiro donde nos hospedamos, la verdad que la gente muy cariñosa y amable, y la comida muy rica también.
Simplemente agradezco poder haber hecho esta experiencia y espero que se sigan haciendo estos talleres porque la verdad que son únicos tanto como para aquellos que participan, como para nosotros los que los damos.
Una anécdota que me llevo fue que al terminar una de las oraciones una de las mamás viene y me dice: "Que linda charla me encantó toda la paz que me pudiste transmitir, (momento de suspenso) ¿Vos tenés pensado ser cura?". Simplemente me llenó mucho, me dio un poco de gracia y es algo que no me voy a olvidar más.