Los días 30 y 31 de marzo, nos trasladamos a Posadas, para dar otro taller de OI en el Colegio San Ignacio de Loyola, que también contó con una nutrida asistencia.
TESTIMONIO DE UN PAPÁ MISIONERO
Dos momentos llegaron a mi cuando decidí viajar a Paraguay y Posadas.
Uno me llevó a mi época de estudiante en el colegio Inmaculada, cuando estudiaba la vida de San Roque González de Santa Cruz y compañeros mártires. El otro fue el Hermano Luis Berger SJ. Lo otro que me impactó fue cómo este Hermano, camino a Paraguay, se quedó en Santa Fe y pintó el cuadro que fue Nuestra Señora de los Milagros. Y ya en tierra guaraní, poder caminar la tierra donde el Santo sembró la Palabra de Dios. Viviendo la máxima "en todo amar y servir" y poder seguir el camino de estos hermanos en Cristo.
Ya en el colegio Cristo Rey, el calor y el amor de nuestros hermanos nos hicieron sentir en casa.
La jornada comenzó de menor a mayor, creciendo en emotividad y a medida que el tiempo transcurría el Señor hablaba por nosotros y Él nos hablaba por boca de los niños.
La comunidad de Jesuitas de Paraguay que me hizo sentir uno más de su familia, los padres del colegio y demás personas que nos ofrecían su oración, es un tesoro que nos mantuvo todo e tiempo en pie.
Ya en Posadas, llegamos al colegio San Ignacio de Loyola. Allí un grupo de niños deseosos de seguir a Jesús hicieron que sus relatos y vivencias nos pusieran en el cuadro que ellos imaginaban.
Muchas historias, mucho Amor, mucha solidaridad, mucho cariño, muchas manifestaciones de Dios es lo que trajimos en nuestro corazón, docentes y padres llenándonos de cariño.
Gracias Paraguay, gracias Posadas y como nos dice Francisco recen por mi que yo rezo por ustedes. Porque todo esto lo hacemos para la mayor gloria de Dios.
Alejandro M. Villar
Antiguo alumno del colegio Inmaculada y papá de dos alumnos.